Las ventajas conseguidas por un hotel franquiciado son importantes. De lo que se trata es de saber elegir el franquiciador adecuado en cada caso. Veamos, sintéticamente, algunas de las ventajas más destacadas:
En primer lugar, la gestión del hotel sigue bajo el mismo operador de siempre, pero, si éste lo desea, incluso la gestión puede ser a cargo del franquiciador, en cuyo caso hablamos de contratos de management.
La relación con el franquiciador, por trasvase de experiencia, enriquece los procedimientos y el método de gestión, pero es siempre el franquiciado quien decide la política y precios de su hotel.
Con la franquicia adecuada la ocupación y precios suben, gracias al motor de reservas del franquiciador y a su notoriedad de marca.
Por otra parte, las comisiones a las agencias y turoperadores bajan y se adaptan a las de franquiciador, en general bastante menores por manejar un mayor volumen de negocio que el franquiciado como independiente.
Finalmente, los costes de aprovisionamiento disminuyen utilizando, si así se conviene, las centrales de compras del franquiciador y otros sistemas.
Por tanto, el coste que supone los derechos de franquicia se compensa fácilmente con los beneficios que proporciona, todo ello, si el franquiciador es el adecuado para cada caso concreto. No todas las franquicias son iguales ni todos los hoteles a franquiciar. Entre ellas, y ellos, hay importantes diferencias.
Elegir quien es el mejor franquiciador para un hotel concreto y trabajar en detalle el contrato de franquicia es el trabajo de BurgMaster Hospitality Consultants. Y esto es lo que garantiza el éxito de la operación.
