La piedra angular de la compraventa de un hotel es acertar en la valoración, sujeta a dos puntos de vista distintos, el del vendedor y el del comprador. En muchos casos el vendedor valora el coste del inmueble y el comprador sólo tiene en cuenta el GOP (Gross Operating Product) del hotel.
Desde la crisis de 2008 la valoración dominante es la del comprador, salvo que por alguna razón (deseo de penetrar en un mercado, preferencia por determinada ubicación, expectativa de mejora del GOP o necesidad de invertir en rehabilitación), aumente o disminuya la valoración según rentabilidad.
Por otra parte, cada vez son más numerosos los operadores hoteleros que estan abandonando su posición patrimonialista y se centran en la gestión. Es necesario entonces un inversor cuyo objetivo es asegurarse una renta. Esto plantea problemas que BurgMaster Hospitality Consultants es experto en resolver.