Cuando BurgMaster Hospitality Consultants aceptó este compromiso, más de uno del equipo pensó que era “misión imposible”. Como se sabe, la ubicación es la piedra angular del éxito de un hotel. Por tanto, ¿qué propietario de un hotel urbano situado en zona prime de Barcelona desearía renunciar a su GOP a cambio de una renta? Y si había alguien dispuesto ¿cómo se podría dar con él? ¿No sería más sensato identificar un edificio o un solar y desarrollar un proyecto? No. Nuestro cliente quería un hotel en funcionamiento.
El objetivo del cliente, una cadena vacacional, era iniciarse en el mercado urbano y gestionar un primer hotel emblemático, de un mínimo de 4 E y de 80/120 habitaciones. El hotel buscado debería ser signo y símbolo del giro estratégico de la división hotelera del grupo. Para conseguirlo decidieron contratar a BurgMaster con el fin de identificar un hotel de estas características disponible para arrendamiento.
Se decidió censar y examinar todos los hoteles de esas características en la zona de la ciudad elegida. Posteriormente, junto con el cliente, se seleccionaron los preferidos. En total, se seleccionaron 60. El paso siguiente fue identificar los propietarios. Las dificultades para identificar con precisión propietarios en el Registro de la Propiedad son bien conocidas. En algunos casos, hubo que recurrir a la visita personal al hotel, y con frecuencia hubo que vencer la desconfianza de los empleados. Finalmente, cuando estábamos a punto de darnos por vencidos dimos con un propietario, persona mayor, recientemente enviudado y sin hijos que se mostró interesado en estudiar la oferta, culminando, tras varios meses de difícil negociación, con la firma del contrato de arrendamiento.